Es un hermoso día en Cantaburros, el sol brilla y la primavera se respira en el aire. Desde hace un tiempo las temperaturas nocturnas se mantienen por encima de cero, podría ser marzo. La vid ha terminado de sangrar y pequeños brotes con hojas diminutas comienzan a aparecer por todas partes, una señal de que la fotosíntesis ha comenzado. A primera hora de la tarde han aparecido unas nubes, pero el pronóstico del tiempo solo anuncia lloviznas.
Entonces, sin previo aviso, el cielo se oscurece y empieza a llover. Ojala hubiese sido solo lluvia. En su lugar cae granizo. Pequeñas bolas de hielo bombardean el viñedo durante 20 min. y a continuación reaparece el sol. 20 minutos devastadores, durante los cuales muchas vides han perdido su fruto, o mejor dicho, su primer cogollo.
Como medio de seguridad, los brotes secundarios toman el relevo y para la vid y el viticultor todavía hay esperanza.
Hace un hermoso día en Cantaburros, el sol brilla y comienza a hacer bastante calor durante el día, podría ser junio. La vid ha florecido y empiezan a aparecer pequeños racimos de uvas. Algunos pueden dar frutos y otros no, pero dado que la vid utilizada para el cultivo es hermafrodita, la polinización no suele presentar ningún problema. El aire es húmedo y en el horizonte aparecen relámpagos intermitentes. La previsión meteorológica ha pronosticado lluvias ligeras en algunas zonas.
Entonces, de repente, el cielo se oscurece y empieza a llover. Ojala hubiese sido solo lluvia. En su lugar cae granizo. Pequeñas bolas de hielo bombardean el viñedo durante unos 20 minutos, antes de que reaparezca el sol. 20 minutos devastadores, durante los cuales muchas plantas han perdido su fruto. Las hojas han sido trituradas en pedazos o simplemente arrancadas de la vid. Se han roto ramas incluso las cercanas al tronco. Los racimos han sido arrancados de la planta y los que quedan pueden haber sufrido daños por las balas de hielo, lo que podría dejarles débiles y con cicatrices.
Es demasiado pronto para estimar el alcance del daño, pero el riesgo de infección es inevitable.